PROVINCIALES

Raúl Reynoso: "No pido la libertad, solo la domiciliaria"

Al igual que el resto de los presos, al exjuez le preocupa la COVID-19. Denunció al fiscal Amad porque sus argumentos "niegan la realidad".

Desde que comenzó la cuarentena en Salta, el 20 de marzo, y el coronavirus fue agudizando la situación sanitaria, en el Servicio Penitenciario no tardaron en solicitar la prisión domiciliaria. Se trata de un beneficio que tienen las personas privadas de su libertad enmarcadas en lo que se denomina "población de riesgo". El exjuez federal de Orán Raúl Reynoso es una de ellas y si bien hace algunos meses recibió la domiciliaria, tras cumplir los 60 días volvió al penal de General Gemes. Ante la crisis sanitaria actual, el exmagistrado insistió en que le prorroguen el beneficio.

En diálogo con Radio Salta Reynoso contó que se encuentra en el sector de "Servicio de Asistencia Médica (SAM)" y desde hace meses que se vienen dando casos positivos por COVID-19, "hay mucha preocupación, sobre todo en la tente mayor y enferma", sostuvo. Uno de los que dio positivo estaba al "lado de mi celda, gracias a Dios que no me contagió, aquí todo se comparte". El letrado padece de diabetes, "soy insulino dependiente, hipertenso y los riñones no me funcionan bien".

"Hay mucha incertidumbre por los casos positivos. En mi sector estaba con un hombre mayor que ya lo restituyeron a su pabellón, ahora estoy solo y creo que hasta los médicos saben que si me llego a contagiar, en una persona enferma sumado a los años que tengo (62), no voy a resistir", apuntó el exjuez norteño.

Reynoso tuvo que sortear dos juicios en su contra, el primero donde fue condenado a 13 años de prisión en 2018 por ser considerado autor de los delitos de concusión y prevaricato, en esa causa fue absuelto de las acusaciones más graves: "Ser jefe de una asociación ilícita, de ser dueño de un campo en Mollinedo y recibir por parte de un preso miles de dólares". Y el segundo juicio donde fue absuelto de cohecho, prevaricato y falsificación de instrumento público, entre otros delitos.

Para Reynoso la pena de 13 años "fue tirada de los pelos porque me condenaron por presunciones, jurídicamente es lo más débil que hay como prueba. De lo contrario me hubieran sacado audios, filmaciones, fotos, cuentas bancarias y nunca tuve nada de lo que se inventó. Esas presunciones fueron porque se decía que había comentarios en la cárcel, en algún café y siempre era el mismo abogado".

Al ser consultado del porqué lo acusaron en más de diez causas, el letrado oranense indicó: "Justo se dieron muchas cosas: me habían nombrado presidente de todos los jueces federales del país, se dio a conocer que yo tenía uno de los mejores puntajes para ser camarista en Salta, iba a ocupar el lugar en el Tribunal Oral Federal 2".

"Solo pido que me prorroguen la prisión domiciliaria que me habían dado por 60 días, cuando me la dieron pusieron que dependía de la evolución de la pandemia", recordó el exjuez y añadió: "Denuncié en Buenos Aires al fiscal Amad porque para mí es mal magistrado. En sus argumentos negó la realidad diciendo que no había pandemia o en todo caso que era mínima e iba a ser superada, es falso porque todos sabemos de la crisis que hay. También mintió recurriendo a un argumento jurídico antiguo, dijo que yo tenía tentativa de fuga. Eso en los últimos 20 años cambió, no se puede obrar con ese argumento por el solo hecho del monto de la pena, sobre todo si uno ya cumplió más del tercio de la pena".

En Güemes están desesperados

En la tarde de ayer un interno de la cárcel federal de Güemes llamó a la redacción de El Tribuno para decir que están con miedo, “aislaron a dos módulos de 48 internos”. Dijo que hay tres casos confirmados de COVID-19 y los llevaron a un sector que en teoría está preparado. Sostuvo que de los 96 internos la mayoría tiene resfrío, aseguró que no son atendidos bien, que los médicos no los quieren revisar. Comparten baño y desde marzo no reciben visitas. “Tenemos que cumplir una pena no una sentencia de muerte”, dijo. 

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