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Seaboard no respeta protocolo y ofrece $ 2000 de "incentivo covid"

Cuatro muertos en El Tabacal

La situación en el norte de Salta es desesperante. En Orán, por ejemplo, son al menos 60 las muertes, según denuncian las y los vecinos. Muy lejos de las cifras oficiales. Faltan camas, oxígeno, hisopos y hay personal de salud internado. El resto no da abasto.

Pero un hecho brutal se está dando en el Ingenio San Martín de El Tabacal, situado en el Departamento Hipólito Yrigoyen.

Solo en el día de ayer, fallecieron tres obreros. Hugo Lizarraga, Victor Juan y otro trabajador de apellido Arepia pero los médicos pusieron en el acta “sospechoso de Covid”. Falleció en la ambulancia.

Se suma a Fredy Cornu, fallecido la semana pasada, y la esposa de un trabajador. Los contagiados se cuentan por decenas.

El Sindicato reclamó que se cumplan los protocolos, realizó un paro y envió una carta documento anunciando acciones legales. Sin embargo, a la empresa no le importó. Siguió obligando a trabajar a sus obreros de la fábrica y del campo.

Como dice en el video que acompaña esta nota el dirigente del Sindicato Azucarero, Claudio Colque, “la situación es desesperante. No tenemos hisopos para confirmar de qué murió. La empresa aísla a los jerárquicos pero no a los obreros aunque hayan trabajado con los enfermos”.

Hoy en esta zona de Salta estamos ante un inminente "crimen social": cuando desde el poder se arrastra a miles de personas a trabajar y vivir en condiciones que los exponen a la enfermedad o directamente la muerte.

Una multinacional norteamericana detrás de estos crímenes

La Seaboard Corportation compró el Ingenio San Martín de El Tabacal en 1996. Había sido fundado hace más de un siglo por los Patrón Costas, una de las familias oligárquicas de Salta.

Según dice orgullosa en su sitio, Seaborad “actualmente emplea a más de 25 mil personas en todo el mundo. Ocupa el puesto 481 en la lista de Fortune 500 con ventas netas de más de $ 5 mil millones de dólares anuales”. Tiene cientos de miles de hectáreas de campos y comercia, con sus propios barcos, azúcar, frutas, cereales, cerdos y otra gran cantidad de productos.

En medio de esas ganancias, su desprecio por las vidas obreras no es nuevo. Solo vamos a nombrar cuatro casos. El del joven de la comunidad guaraní Fabián Pereyra, de 18 años, que murió torturado por sus guardias tras robar una naranja de las 19 mil hectáreas que había plantado la multinacional. El de Ángel Vargas y Hugo Castillo, un obrero muy joven, que fallecieron en un accidente laboral. Y el de Juan Cancino, que en julio pasado fue tragado por una cinta transportadora de cañas.

Pero además la salud de los obreros de El Tabacal se deteriora por las jornadas agotadoras en el campo, los turnos rotativos en la fábrica, la falta de condiciones de seguridad e higiene. En 2015 el Sindicato denunciaba que trabajadores de algunos sectores particulares tenían problemas respiratorios y neumonía.

La “población de riesgo” la fue construyendo la propia empresa en todos estos años de explotación.

Los ataques incluyeron además cientos de despidos o precarización de las condiciones de trabajo, que muchas veces fueron enfrentadas con huelgas de semanas por los trabajadores y su Sindicato. Los gobiernos peronistas de Salta no dudaron en acudir a la represión, como en 2012 y 2018.

Los dueños de la azúcar (y de la vida)

El presidente de Seaboard en Argentina es Hugo Daniel Rossi, que viene de puestos directivos en distintas empresas norteamericanas (Ford, Kraft, Phillip Morris). También es presidente del Centro Azucarero Argentino, una cámara empresaria creada en 1894 por la oligarquía dueña de los ingenios. Los Blaquier y los Patrón Costas expandieron su negocio a costa del saqueo de las tierras de los pueblos originarios, que siguen haciendo, y el sudor y la sangre de sus obreros.

Sin embargo, durante décadas tuvo que enfrentarse a una clase trabajadora azucarera muy combativa. Tucumán, Salta y Jujuy fueron sacudidas por huelgas desde los años 50 hasta antes del golpe cívico militar. Entre las empresas que auspiciaron el golpe estuvieron los ingenios que componen el Centro Azucarero Argentino.

Por eso no extraña ese desprecio por las vidas obreras.

Pero además de las muertes, hay un dato que impacta. Mientras trabajan y enferman, los obreros de El Tabacal negocian su paritaria. En la reunión que se realizó este miércoles ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, la empresa propuso incluir en la oferta lo que llama un “Incentivo Covid”. Sin ponerse colorador dicen que “para promover el cuidado y la prevención de potenciales contagios de COVID de nuestros trabajadores y sus familias, Seaboard implementará un Plan de incentivo extraordinario COVID ZAFRA 2020, por única vez, para el trimestre Set – Oct – Nov / 2020”. Ofrece 2000 en setiembre, 3000 en octubre y luego “vemos” hasta cuando sigue la zafra.

¿Cuánto valen las vidas obreras? ¿2000 pesos? ¿Cuántos trabajadores más tienen que morir para que el gobernador Sáenz o el ministro de Trabajo Moroni hagan algo?

¿O alcanza con que paguen el “incentivo Covid”?

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