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COLONIA SANTA ROSA: CONTROL OBRERO EN LA RUTA PROV. N° 14.

La pandemia del Coronavirus ha desatado una ola de debates en la clase obrera en diversos países, que se han traducido en acciones.

La pandemia del Coronavirus ha desatado una ola de debates en la clase obrera en diversos países, que se han traducido en acciones. En Colonia Santa Rosa - Salta, donde los autoconvocados municipales tienen una enorme tradición de lucha, se ha puesto en marcha una respuesta obrera.

Desde hace unos días, los empleados municipales -en común acuerdo con los trabajadores precarizados de la salud- han establecido una suerte de control obrero sobre la entrada y salida de vehículos a la vera de la ruta 14, único acceso al pueblo, que permite solamente el ingreso de alimentos y provisiones sanitarias. Según el intendente, se espera que el coronavirus cause estragos en el pueblo. El hospital de la zona no cuenta con los insumos necesarios, como barbijos, camisolines, respiradores ni camas, sumado a la crisis sanitaria del dengue - con 100 casos en lo que va del año.

La reacción de los trabajadores se produce frente a los controles que habilitó el intendente Guerra, a cargo de la policía, donde el tránsito quedaba restringido a permisos “especiales” por parte de los funcionarios municipales. A su vez, ante el reclamo de herramientas básicas para las tareas de prevención y control de rutas, la respuesta del secretario de gobierno y del comisario fue amenazarlos con represión. A lo que lo cual los trabajadores respondieron que “si no garantizan ustedes el control y las herramientas, traeremos al pueblo para garantizarlo”.

Es lo que hicieron. Es que, en palabras de los propios trabajadores, al intendente “se le quemaron los libros”. Los trabajadores armaron su propio protocolo. Apostaron guardias de 4 horas por día, de cinco trabajadores municipales, un enfermero y dos policías de tránsito, y dejaron a un solo miembro de la policía provincial por turno. Se garantizaron licencias de trabajo para quienes se encuentran entre la población de riesgo. Las guardias obreras han cosechado la simpatía y solidaridad por parte de la población, entre trabajadores y comerciantes, que durante el día acercan donaciones que van desde el alcohol en gel, lavandina, barbijos y guantes hasta comida e indumentaria para el sostenimiento de los turnos. La acción de solidaridad está encabezada por los compañeros del Polo Obrero de la Colonia, quien ha decidido sostener la provisión de alimentos casa por casa para paliar la carestía, ante la imposibilidad de sostener un merendero que atienda a 300 niños en el mismo espacio.

La acción del Intendente Guerra quedó restringida a acompañar al comisario del pueblo para tratar de quebrar la iniciativa de los obreros. La población toma nota de la incapacidad del régimen de garantizar las medidas de aislamiento social necesario y de higiene y seguridad para la población, y responde a esa incapacidad por medio de la deliberación y de la acción directa.

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