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Veredicto por el crimen de Lucas González

Las últimas palabras de los policías acusados

La lectura de la decisión contra los 14 policías de la Ciudad acusados de homicidio y encubrimiento se realizará a las 12.30 en los tribunales de Comodoro Py. La fecha coincide con el cumpleaños de la madre de la víctima. Seis agentes acusados de encubrimiento dijeron sus palabras finales. Los tres principales apuntados eligieron el silencio.

En el auditorio AMIA de los tribunales de Comodoro Py comenzó la audiencia final en el juicio por el asesinato de Lucas González, ocurrido el 17 de noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas, por el cual están acusados 14 policías de la Ciudad por los delitos de homicidio agravado y encubrimiento. La víctima, jugador de fútbol de las inferiores de Barracas Central, tenía 17 años al momento del hecho.

El proceso, que se inició el 16 de marzo, incluyó más de 50 testigos, entre ellos el ex ministro de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro, que complicó con su relato a los policías acusados. Los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal N°25 porteño darán a conocer el veredicto a las 12.30. La primera parte de la audiencia final tuvo espacio para las palabras finales de los acusados. Hablaron seis de los 14 y no lo hicieron los tres principales implicados en el crimen.

El primero en pedir la palabra fue Ramón Chocobar, imputado por encubrimiento, uno de los policías que llegó al lugar de detención de los sobrevivientes y quizás el agente sobre el que menos referencias hubo durante el juicio.

“Hace un año y siete meses que estoy preso por una combinación de una pésima instrucción y la malicia de un fiscal que elaboró un relato sin más pruebas que conjeturas. No hice nada para merecer esto. No hubo principio de inocencia. En mi caso la carga de la prueba se invirtió. Debo demostrar mi inocencia cuando la Justicia debe probar mi culpabilidad y eso no sucedió”, relató con la voz entrecortada.

“Hay policías que tuvieron más participación, tuvieron contacto físico con los menores, acceso a la Suran. Con ellos se aplicó una vara distinta. Continúo preso, ¿dónde está el principio de igualdad ante la ley?”, se preguntó.

Luego habló Daniel Espinosa, otro acusado por encubrimiento. “Hace un año y siete meses que estoy esperando este momento. Tengo bronca por lo que le hicieron a Lucas. Me tocó verlo en el peor momento. Lo vi malherido, lo ayudé, no le hice nada, no ayudé a nadie a fraguar el delito. Cuando en Alvarado y Pedriel estaban haciendo todo mal yo estaba en el hospital Penna haciendo todo bien. Me comí un montón de garrones”, siguió el agente que acompañó a Lucas, agonizante, en la ambulancia del SAME hasta el hospital Penna.

Uno de los testimonios más impactantes fue el del Ángel Darío Arévalos, quien pidió que se investigue al jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Berard. “Después de haber escuchado las audiencias y puntualmente después de haber escuchado la declaración de Cuevas, al cual también le creo, tengo que decir que repudio todo lo que escuché. Me da vergüenza que personas así formen parte de la policía y desprestigien a la fuerza de esta forma”, dijo en referencia al testimonio clave de Cuevas, detenido por encubrimiento, que reveló cómo y quiénes plantaron un arma de juguete en el auto de las víctimas.

“Esa verdad no les conviene”, remarcó Arévalos, y apuntó contra la jerarquía de la fuerza porteña: “El jefe de la Policía de la Ciudad está presionando a los de menor jerarquía para que hablen con sus familiares (sobre) el día de la reunión digan que no escucharon nada y lo que dijo mi hermana es mentira. La familia lo tiene que saber”.

Se refirió al alegato de su hermana, que también ofició de abogada defensora, Natalia Arévalos, quien semanas atrás dijo: “La madre de Lucas merece saber la verdad. Quienes son los verdaderos encubridores de esto no son los de menor jerarquía sino que viene de más arriba”.

Arévalos contó que se reunió con las autoridades de la Policía de la Ciudad el 23 de febrero de 2022, dos meses después de la detención de su hermano. “Pensábamos que nos iban a dar una respuesta y la verdad que nos encontramos con lo peor que le pueden decir a una familia en ese momento, ya que el jefe de Policía y el subjefe nos dijeron algo que no puedo olvidar, que no puedo sacar de mi mente: ‘Nosotros sabemos que sus familiares son inocentes, pero no podemos hacer nada porque esto es un tema político y no queremos que llegue a nosotros’”, relató.

Los padres de Lucas, acompañados de vecinos y amigos, fueron los primeros en llegar hoy al edificio de Comodoro Py. También están al menos dos de los tres sobrevivientes, Julián Salas y Joaquín Zuñiga. Hoy martes, precisamente, es el cumpleaños 37 de Cintia López, la madre de la víctima.

“Si hasta el momento no hubo arrepentimiento, creo que hoy no va a haber. De mi parte, no los voy a perdonar, que los perdone Dios”, expresó entre lágrimas Cintia a la prensa en la puerta de los tribunales de Comodoro Py 2002.

Todavía no hay un horario definido para la lectura de la decisión. Fuentes judiciales adelantaron a este medio que los argumentos del veredicto se conocerán más adelante. Los jueces comunicarán esa fecha en la audiencia, a donde asistió también el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla.

El fiscal Guillermo Pérez de la Fuente, los padres de Lucas, Cintia y Héctor y detrás, Niven Huanca, sobreviviente (Maximiliano Luna)

El fiscal Guillermo Pérez de la Fuente, los padres de Lucas, Cintia y Héctor y detrás, Niven Huanca, sobreviviente (Maximiliano Luna)

Héctor “Peca” González, papá de Lucas, dijo en la entrada de los tribunales Comodoro Py que espera la prisión “perpetua” para los asesinos de su hijo y las penas que pidió su abogado, Gregorio Dalbón, para los otros 11 policías juzgado por el encubrimiento, que van de 30 a 3 años y 4 meses de prisión.

”Ojalá que Lucas ponga en manos del tribunal que se haga justicia y que le dé el mejor regalo a su madre en el día de su cumpleaños”, comentó González. El papá de Lucas aseguró que está convencido de que en este caso hubo un componente de “odio racial” y “discriminación”, por el solo hecho de que su hijo y sus amigos eran “morochitos”.

”Estigmatizaron, lo discriminaron, los vieron dos veces porque eran morochos. Salen de una villa, de la 21-24 de un barrio carenciado como es el de Barracas, salieron de entrenar. Lo vieron, lo eligieron, lo esperaron, me lo acribillaron, me lo torturaron y me lo quemaron con cigarrillo”, enumeró González.

“Fueron meses muy duros, de revolver todo lo que pasó”, comentó Joaquín Zuñiga, sobreviviente del intento de asesinato en la puerta de los Tribunales. “Extraño todo el tiempo a mi amigo, lo tengo muy presente, escucho sus audios, veo fotos”, contó el joven de 19 años.

Zuñiga había estado esa semana pruebas en Barracas Central y el miércoles del asesinato le confirmaron que había quedado en el club. “Salimos, compramos un jugo, y después nos cruzaron el auto y tiraron, no pasó más nada que eso”, relató. También contó que los policías que lo agarraron minutos más tarde en la esquina de Alvarado y Pedriel “me tiraron al piso, me pegaron, me dijeron que era un negro de mierda y que me tendrían que haber pegado un tiro a mí también”.

Quiénes son los acusados de matar a Lucas

Los principales acusados son el inspector Gabriel Alejandro Isassi (42), el oficial mayor Juan José López (48) y del oficial Fabián Andrés Nieva (38), miembros de la División Brigadas y Sumarios 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad. No solo están imputados del crimen de Lucas. También se los acusa de intentar matar a los tres amigos del joven que lo acompañaban en el auto al momento del hecho.

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