Local

Revelan que el hostigamiento de Cargnello y padecimiento de las monjas fue permanente

“Los sufrimientos, los hostigamientos, han sido permanentes con una actitud sistemática”, dijo de Mario Cargnello la abogada de las monjas

“Los sufrimientos, los hostigamientos, han sido permanentes con una actitud sistemática”, dijo sobre Mario Cargnello la abogada de la Congregación de las Carmelitas Descalzas, Claudia Zerda Lamas, en diálogo exclusivo con Nuevo Diario. Sobre la denuncia confirmó que hubo actos de violencia física y psicológica.

La defensora de las hermanas reveló los motivos por los que las religiosas realizaron la denuncia contra la máxima autoridad de la Iglesia Católica de Salta, el arzobispo Mario Cargnello.

“Hay un peligro cierto, hay un peligro actual de que se pudieran realizar actos de violencia física o psicológica en contra de la madre superiora y de las restantes hermanas”, remarcó.

“La denuncia de violencia de género se entabló justamente para poder preservar la integridad y la seguridad de todas las hermanas Carmelitas que viven en el Convento San Bernardo”, detalló la abogada. 

Actualmente en la congregación conviven 18 hermanas, las cuales todas firmaron y acompañan la denuncia contra Cargnello. “Han vivido exactamente lo mismo todas”, afirmó la letrada.

Además ratificó que hay medidas perimetrales dictadas por el Juzgado de Violencia Familiar y de Género Nª 3, para establecer la protección de las hermanas.

Lamas justificó las acciones planteadas subrayando que está dada la relación desigual de poder en el plano eclesiástico, existe una posibilidad de que toda la congregación sufra violencia o represalias comenzando por la madre superiora y el resto de las integrantes.

“Esto es generado en un contexto de mujeres y se agrava porque hay una relación desigual de poder que conlleva a la superioridad jerárquica en el plano eclesiástico con el monseñor Cargnello. Por esto se pidieron medidas cautelares de protección que se han dictado de forma provisoria y que obviamente van a seguir un curso legal”, añadió la abogada.

Expresó además que los problemas de violencia por parte de Cargnello empezaron prácticamente con su llegada a Salta en 1999, lo que significó un punto de ruptura en la relación de esta congregación con el Arzobispado de Salta.

“Desde la Madre María de los Ángeles, pasando por la Madre Inés, y ahora con la Madre Fátima, los sufrimientos, los hostigamientos, han sido permanentes en una actitud sistemática”, reveló Zerda Lamas.

Añadió que esta denuncia judicial busca el cese del hostigamiento y un mejor trato hacia las monjas de la congregación. “Pude hablar con la madre superiora, y ellas se sienten tranquilas y confiadas en que su voz se escuche y que cesen los actos de violencia”, aseveró.

“Ese es el objetivo de la presentación, que el trato hacia ellas sea digno, respetuoso, que les permitan una vida en paz, que no haya intromisión en sus creencias, en sus pensamientos y que no haya conductas que las re victimicen”, indicó.

“El abandono pastoral que tienen las monjas por parte del señor Arzobispo también es un daño, es un abandono. Él debería comportarse como Padre, como Pastor y ellas no lo han sentido así. Al contrario, es una persona que las inculpó, las amenazó, las insultó”, enfatizó.

A la par de la denuncia por violencia de género contra Cragnello, también sobre esta situación de indefención se hicieron y elevaron trámites canónicos correspondientes hacia dentro de la Iglesia Católica.

No solamente está denunciado Cargnello, sino también otros dos miembros del Arzobispado bajo la misma carátula de violencia de género, y “obedece a la misma forma de actuar, la desestimación de las necesidades y los sentimientos de las hermanas, en una actitud de mucho abuso y superioridad por las cuestiones de la vida interna" explicó la abogada.

“Las hermanas carmelitas son personas de una caridad exquisita, y quizás lo más característico de ellas es la alegría de su prédica. Por eso, hay que cuidarlas. Es un convento que arde en oración, son personas que ayudan a todos por igual”, resaltó.

“Lo único que quieren ellas es vivir en paz, bajo las normas que ellas han elegido, que son las normas y las reglas de las constituciones carmelitanas y que su clausura sea tomada no como un aislamiento del mundo, sino para que puedan trabajar y rezar en un ámbito respetuoso”, concluyó.

Versiones sobre el acto de violencia

La letrada no quiso dar detalles a este medio sobre el origen de los hechos concretos ocurridos y denunciados. No obstante, fuentes cercanas del entorno esclesiático dijeron a Nuevo Diario que la escalada del conflicto entre el Arzobispo y la congregación habría surgido en un supuesto acuerdo o negocio que tenía la congregación con María Livia Galliano de Obeid, de la Virgen del Cerro en Salta, del cual la Curia no tenía participación.

El hecho llegó a su punto máximo cuando hace dos años el propio Cargnello se habría presentado en el Convento para reclamar a la congregación por este supuesto "acuerdo" que no contaba con su autorización y en ese encuentro se habría producido actos de violencia, insultos y hasta empujones, cuando las hermanas quisieron filmar el episodio violento que estaba sucediendo.

La versión que circula en los medios es que por límite al que llegaron los hostigamientos, se basaría la denuncia efectuada de parte de la congregación Carmelitas Descalzas.

Comentarios

¡Sin comentarios aún!

Se el primero en comentar este artículo.
Volver arriba