El juez de la Sala II del Tribunal de Juicio y de Menores 3 de Orán, Héctor Fabián Fayos, le impuso a Carlos Ramón Santos, de 19 años, que era menor al momento del hecho, la pena de ocho años de prisión efectiva por considerarlo coautor material y penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

El joven se encuentra alojado en la Unidad Carcelaria 3 de Orán, hasta cumplir la condena impuesta.

El juez consideró necesaria la aplicación de la sanción, que fue fundada en los estudios médicos y psicológicos realizados al menor, informe socioambientales y del Centro de Menores en Conflictos con la Ley relacionados a su conducta.

En el fallo también se dispuso la extracción de material genético del imputado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos; y la toma de muestra fotográfica al penado conforme lo dispone la Acordada 12641, protocolo de actuación judicial.

La pena fue la solicitada por la representante del Ministerio Fiscal del GAP, Claudia Carreras.

En esta causa, los jueces de la Sala I del Tribunal de Juicio de Orán  Aldo Primucci, Edgardo Laurenci y Mario Maldonado habían condenado a Lorenzo Alfredo Solá a la pena de catorce años de prisión, y a Juan Emanuel Cortez a la pena de trece años y cuatro meses de prisión efectiva por ser coautores del delito de homicidio doblemente calificado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor. 

El hecho ocurrió en el barrio Loteo de Reyes de Colonia Santa Rosa. Dos grupos antagónicos se enfrentaron, y Marcos Salazar (18), recibió un disparo de arma de fuego en la zona torácica y falleció cuando era trasladado al hospital de Orán.

El asesinato se produjo cuando la víctima y sus amigos estaban reunidos y se cruzaron con otra banda. Estos últimos regresaban luego de haber festejado y conmemorado el día del Gauchito Gil. Tras las celebraciones del santo popular, donde habían ingerido abundante alcohol, el grupo perteneciente al barrio 20 de Junio se cruzó con el de Loteo Reyes y se armó la trifulca. Cegados por la violencia, se armó una gran batahola.

Desde el grupo del barrio 20 de Junio, Carlos Ramón Santos sacó un arma y efectuaron un disparo que impactó en el cuerpo de Marcos Salazar. Del descontrol y la locura, la situación pasó a la tensión extrema. El joven Zalazar cayó mortalmente herido en una gresca en la que los grupos dirimían el poder barrial, que pasó los límites de una simple pelea entre "grupos antagónicos".